13 de diciembre de 2014

Según la física, la fusión consiste en un cambio 
de estado sólido a líquido de la materia debido 
a la acción del calor; 
tu piel debe contener física, 
tus labios deben contener física, 
tus manos deben contener física...
incluso tu sonrisa es pura física; 
pues sino, 
que me expliquen cómo es posible 
que avives todos mis cráteres hasta quemarme. 
Y que me guste. 
Y que me resulte tan fácil acostumbrarme a ello, 
que sienta un frío aterrador cuando te vas.
Cualquier mago se volvería loco
por captar la magia que creamos bajo sábanas
Cualquiera querría que fueses
su truco final

Reset

   Si algo defiendo de la analogía entre el cuerpo humano y la industria informática es la capacidad de resetearnos. Quizá esa fue la base de inspiración del inventor del ordenador, manejar un objeto en el cual liberar la información sea únicamente un acto voluntario como pulsar un botón. Las personas somos más complejas. En el fondo, creo que es beneficioso que no exista (todavía) nada parecido en los humanos...desde mi punto de vista la experiencia como punto de partida del aprendizaje personal perdería un valor demasiado importante. A pesar de todo, yo me mantengo firme ante la idea de que, si me diesen la posibilidad de eliminar sucesos desagradables y difíciles de traspasar, no aceptaría. Demasiados años tejiendo sobre tela no siempre firme y pero finalmente conocida, como para perderla entre llamas; aunque haya veces en las que me pinche con las agujas estancadas, otras me da calor y comprensión. Aun así, todos tenemos momentos en los que necesitamos cambios.
Y aquí estoy yo, de nuevo, o de viejo, estrenando mi frasquito por segunda vez. A lo largo del tiempo he aprendido que, al ser una persona bastante inconformista, la clave, muchas veces, no está en desechar lo que se tiene por pensar que no nos sirve, sino cambiarlo y verlo desde otro punto de vista hasta que parezca nuevo. Evolución, madurez, aquisición de habilidades, o quizá simplemente se trate de crecer. Crecer, que no dejar pasar los años, soplando velas en las cuales lo único positivo que hay es el +1 en la edad. He crecido mucho desde que me creé este blog, y lo mejor es que lo he hecho sin dejar de ser pequeña a veces. El haber borrado todo es mi forma de reseteo, para poder empezar sin haberme ido, porque cada palabra que dejé aquí por escrita, sigue formando parte de mi.